domingo, 17 de mayo de 2020

Mülher

Y cuando lo que creía que era insuperable se ve arrastrado por las olas y solo deja su espuma ¿A dónde debería dirigirme?
Sólo queda recordar esos días de espera nerviosa en el Jardín, la agitada entrega y la dolorosa pérdida. Recordar el cabello entre las manos que ya no sostienen nada y que ahora se miran vacías como remanentes de un sueño del que apenas quedan fragmentos buscando coherencia.
Ahora que los paradigmas no están, agradezco que hayas estado.