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Creo que no me equivoco si digo que esa noche todos estábamos algo decaídos , un poco como queriendo recordar algo antes que se borrara de las mentes y fuera reemplazado por la rutina y el horario. En lo personal, no tenia demasiado que recordar. Sólo una hora sentado en el zócalo de mi ciudad leyendo algo que honestamente no entendía (pero ché no querés terminar el libro? ) y tomando un jugo que cada vez estaba más caliente.
Me parece que unos sólo deseaban dormir. Otros sólo deseábamos pararnos bajo la lluvia y mirar hacia arriba , así no se darían cuenta .
Desafortunadamente ( oh cielos, siempre he pensado que esa es una palabra demasiado larga) no llovía y nos aguantábamos las ganas. Cierra los ojos y finge sólo un poco más , debajo de las sábanas nadie se dará cuenta .
Subimos hacia los dormitorios moviendo nuestros cansados y entumidos cuerpos por las horas de viaje ,hacíamos aquel acto mecánico repetido cientos de veces...
Sí, debajo de las sábanas nadie se da cuenta , y además , te evitas resfriados molestos...
Buenas noches, nos vemos al otro día , y al otro...y al otro...y al otro...