miércoles, 10 de diciembre de 2014
Impaciencia
-¿Hola? ¿sigues ahí?- la espera al otro lado de la línea- sí… lo sé, me pasó algo similar. Pensé que deberías saberlo.
La espera del teléfono sonando en el piso de su cuarto. La espera del despertar para sentirse miserable de la vida yéndose entre trago y trago, tirado en el camino de la monotonía de la espera a la siguiente vez con el olvido entrando por sus venas. La espera a que él terminara, las venas saltadas, el punto rojo como único testigo de la aguja, la impaciencia del recambio cuando vio un poco aún en el émbolo, el arrebatarle la jeringa de las manos. La espera. La espera es lo que lo estaba matando. La no espera es lo que lo había matado.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
excepciones
¿De qué hablaba? oh sí, de lo extraño de los sueños extraños. Extraño, que extraña palabra, extraño, como estaño o peldaño… qué extraño, he perdido el sentido de la palabra extraño, extraño, extraño, extraño.
Te extrañaré. Lo sé, es extraño porque dices que dos extraños no pueden dejar de serlo en tan poco tiempo, pero te extrañaré. Extrañaré ese extraño modo tuyo, el extraño color de tu piel, la extrañeza de tu mirada perdida y con pena. La extraña manera en que te mueves, como si estuvieras en un mundo extraño el cual debes cruzar sin sentirte extraña cuando por dentro piensas que eres una extraña. Te extrañaré, lo sé, aunque sea extraño.
lunes, 3 de noviembre de 2014
Atchu
¿Estarás en tierras lejanas, te acordarás de mí? No lo sé, quizá un día veré de nuevo tus pequeñas manos nerviosas tocando ese cabello revoltoso. Je ne sais pas. Maintenant prefiero no saber nada.
domingo, 12 de octubre de 2014
deja vu
Y mira que esto es bien fácil: tú me gustas, yo te gusto, fingimos que somos amigos, un día nos besamos casi sin darnos cuenta de lo que hacemos, estamos juntos, somos felices, empezamos a ser infelices, somos infelices, terminamos, yo finjo que no me importas, tú finges que no te importo. Después de un tiempo andas con alguien, yo me creo que me duele y que no te olvido, lloro sangre, me convenzo que aún te quiero, sigo llorando sangre y luego conozco a alguien, me gusta, yo le gusto, fingimos que somos amigos... ad eternum.
miércoles, 8 de octubre de 2014
pace
Prioridades, dulces distracciones, tiernas disimulaciones.
miércoles, 20 de agosto de 2014
M S
Cada lado de la dualidad tiene su propio atributo y momento. Hay veces que se es la pelota, otra que se es la pared. Las otras uno puede ser la pelota y la pared al mismo tiempo, lo cual da la mayor experiencia dialéctica, que es la que primariamente se debería tener. Ser el martillo para comprender al clavo, ser el clavo para comprender al martillo. Ser el oprimido, ser el que oprime. The sudden realization, the sudden understanding. Me retrouver dans toi, te retrouver dans moi. Es tut mir leid, meine Geliebte. Es tut mir leid.
domingo, 13 de julio de 2014
summer time (I guess)
viernes, 4 de julio de 2014
viernes, 30 de mayo de 2014
Búfalo
enlace permanente que le llaman
The shits I believe in, las mierdas que eclosionan y persiguen lo primero que ven. Deja de perseguir a tus círculos mi amigo, hay sensuales octaedros guiñándote el ojo y dejando la puerta de su habitación abierta.
Instead of killing my time i should be killing… en assassinat quoi? Merde…
lunes, 26 de mayo de 2014
Desehra
lunes, 12 de mayo de 2014
compañía
lunes, 5 de mayo de 2014
Vertrag
Y entonces apareció, no era terrible ni con partes animales, solo un ser hermoso que no se podía comparar con otro: radiante, lleno de luz, el ángel caído. Se quedó de pie impasible, observándome fijamente.
-Me has estado buscando- dijo.
Parados en esa calle obscura observando el anillo en mi mano me pregunté qué estaba pasando. Levanté la mirada ¿era real?
-No te he estado buscando, creí que era una broma lo del anillo- respondí.
-Lo has hecho siempre, cada vez que dudas, que temes, que deseas, que desesperas yo estoy ahí. Quieres algo ahora, algo que no vas a obtener sin mí. La duda es normal en el humano, son débiles. Pero yo no soy como ustedes, yo sé las cosas y tengo un poder más allá del que puede comprender su frágil espíritu.
Comencé a sentir curiosidad, este ser de pie frente a mi, mirándome, viendo mi alma.
-¿Y qué crees que quiero?- pregunté.
Él caminó hasta mi lado, me tomó por detrás de la cabeza y dijo a mi oído:
-No quieres ser olvidado.
Un escalofrío me recorrió, recordé esos momentos sentado en mi casa viendo TV, pensando que la vida transcurría y yo seguía atrapado en mi pequeña casa, con mi esposa ausente y mis hijos distantes. Atrapado en mi pequeña ciudad, en mi pequeño trabajo. Atrapado en mi pequeña existencia tan efímera, tan ausente de vida.
Él apoyó su frente en la mía, aún sosteniendo mi nuca con su mano, cerró los ojos y suspiró.
-Este mundo era hermoso cuando fue creado. No había miedo, no había dolor, no había nada más que amor. Pero Él se fue y los dejó aquí. No lo soporté y me alejé de él, el caído me llamaron y el amor fue arrancado de mí, ese es mi castigo, estoy ausente de amor. Por eso quiero ayudarte, sé lo que es el sufrimiento, sé lo que es el dolor, yo soy dolor- terminó.
Se separó de mi frente y continuó:
-De la misma manera que el amor fue arrancado de mí, en ustedes los humanos fue degenerado, fueron llenados de esos sentimientos contrarios a él, olvidados en la pena y la desesperanza. Así comenzó mi misión: restaurar la felicidad en su raza, alejarlos del pozo del olvido.
Mi corazón palpitó, en mi mente este ser, esta criatura, por largo tiempo había sido motivo de terror y odio. El odio hacia él había sido promovido siempre, pero viéndolo, escuchándolo, sentí compasión de él y su castigo. Él que había estado en contacto con la fuente de todo lo que llamamos amor, él que había sido el más amado entre todos, él que ahora estaba destinado a una eternidad sin lo que más había apreciado. Él que estaba solo en todo sentido.
Motivado le pregunté:
-¿Qué es lo que me ofreces?
-La felicidad- respondió- el cumplimiento de lo que más deseas. Pero desafortunadamente, mi poder tiene un precio. Soy como un auto, si quieres verlo así; puedo cumplir la función que deseas, pero necesito un combustible, algo que no puedo obtener, que debe ser dado: el amor, el amor y la vida. Es grande el precio, pero grande la recompensa. Concretamente, lo que pagarás es la mitad del tiempo que viviría la persona que más amas. Sólo tienes este momento para decidir.
El pecho me dolía, respirar me dolía, decidir me dolía. ¿La persona que más amaba? hacía tiempo que no sentía amor por alguien, no podía definir a alguien por quien sintiera amor en ese momento ¿Mi madre? ¿mi esposa? ¿mis hijos? ¿mi perro?
-Decide- dijo él- el tiempo se acaba. Acepta.
Extendió su mano hacia mí. La mía se movió sola hacia él y fue atrapada en un movimiento rápido. Entonces sonrió. Esa sonrisa. Entonces desapareció. Ese terror surgiendo en mí.
jueves, 1 de mayo de 2014
fur dich
Tengo miedo de llegar a la edad en que te das cuenta que los recuerdos son más antiguos de lo que pensabas.
No a los encuentros con canas en los aeropuertos, bitte.
martes, 29 de abril de 2014
glitch
Era un poco complicado lograr decirle lo que pensaba, ella tan distante, tan del lado de allá. Yo tan atorado y del lado acá.
-Y bueno… ¿qué se supone que haré ahora?- le pregunté.
Se había ido, ella tan del lado de allá, yo tan del lado de acá.
Just close your eyes
lunes, 14 de abril de 2014
quatorze
sábado, 12 de abril de 2014
beng
miércoles, 2 de abril de 2014
wo warst du?
En algún momento llegué a un pueblo de esos en que todo está detenido, en que el tiempo no es en minutos, días u horas. Esos pueblos en que el paso del tiempo se determina porque ya viene la fiesta grande, porque ya va a ser domingo de misa, porque ya hay que pizcar el café. Fue fácil asentarse, cambiaba mi trabajo por un petate, unos frijoles y tortillas, el agua la tomaba del río, extrañamente no enfermé, me sentía mas fuerte que nunca: mis encías estaban sanas, podía estar con apenas una camisa y un calzón de manta en el frío o el calor sin enfermarme, mi audición era mejor.
Ser insignificante tranquilizaba mi espíritu, había algo que me hacía respirar tranquilo cuando alzaba la vista en las noches y podía contar más estrellas de las que nunca había visto, ellas se volvieron mi compañía junto con los perros flacos que parecen traer genéticamente una mirada de amor desamparado.
No sé cuánto pasó.
El tiempo ya no era algo que transcurría, yo transcurría en el tiempo.
Una mañana a las 4 am, la hora en que siempre me despertaba, vi mi reflejo en el espejo sucio. ¿Quién era yo? ¿quién era esa persona de piel quemada y curtida por el sol? ¿quién había detrás de los ojos que ya no soñaban? ¿es que mis manos se habían cansado del arado, de la rugosidad, de llorar de frío al bañarme en el río?
Pensé que había huido lo suficiente de mí mismo, tome mi morral, me puse el sombrero y me despedí del puñado de personas que había conocido ahí. Ellos dijeron hasta luego sabiendo que nunca volvería, supongo que reconocieron la mirada de los que nunca vuelven, de los que buscan algo más allá del huaje y el río que eran los límites del pueblo. Ellos dijeron hasta luego de una manera que me hizo pensar que en su corazón ellos también querían ser despedidos, dejar de ser un hombre del barro y la lluvia.
Los cerros estaban ahí tal como los recordaba, los únicos que permanecieron inamovibles desde mi partida, el resto era diferente. Autos con formas nuevas, las carreteras ahora eran más planas. Conforme me acercaba a la ciudad aparecía publicidad política de personas que no sabía quienes eran, nombres de nuevas tiendas grandes y cromadas, jóvenes sintiendo que eran alguien diferente pero luciendo todos de la misma manera. Compre, pruebe, tome, come, use, sea eran el denominador común. Las personas me veían y algunas tenían una mirada de suficiencia, el resto ni siquiera me prestaba atención, era invisible en un mundo en que todos querían ser admirados.
Conforme llegaba a mi casa pensé en la reacción de mis padres, mis hermanos, amigos, mis perros. Metí la llave de la puerta, la única cosa que conservaba y entré, crucé el patio -ya sin perros, me enteré al poco tiempo que habían muerto de vejez- y llegué al comedor. Ahí estaban mi padre y mi madre; él levantado de la mesa en que aún estaban la sopa y el refractario de verduras hervidas, asustado ante la intrusión de ese hombre con barba, bigote, ropa de manta y con olor a tierra, ese olor que se adquiere al vivir fuera de la citanidez y que no se quita ni refregándose en el río con todas tus fuerzas. Ella estaba sentada, pálida.
Dije hola con voz ronca, casi había olvidado como se escuchaba mi voz. Mi madre se paró y me abrazó, mi padre también ¿Dónde estabas? ¿por qué te fuiste? Mis hermanos llegaron a las dos horas ¿Dónde estabas? ¿por qué te fuiste? Mi tía al día siguiente ¿Dónde estabas? ¿por qué te fuiste? En el bautizo de un pequeño sobrino, nacido del primo que no sabía estaba casado y del que el último recuerdo que tenía era pellizcándose los barros frente al espejo de mi casa, la gente me miraba de reojo y se preguntaba ¿Dónde estabas? ¿por qué te fuiste? A veces, acostado en el cuarto que antes era el de lavado -es que el tuyo lo rentamos hace años, no creímos que volverías y con tus hermanos casados y nosotros jubilados necesitábamos algo de donde sacar dinero- me preguntaba a mí mismo ¿Dónde estabas? ¿por qué te fuiste?
Un mes, incluso menos, la gente ya no me prestaba atención, había dejado de ser algo interesante de qué hablar. Debía trabajar, usar desodorante, hablar con las personas, sonreír, tomar cervezas con ellos, escuchar la música nueva por la calle que se te mete a los oídos aunque quieras evitarlo. La vida ya no era ver crecer a las plantas, criar animales para luego comerlos, ver el volar de las moscas para saber si iba a llover o no. Mi vida era esperar un camión destartalado lleno de gente destartalada por dentro, intentando arreglarse el alma con rubor, rímel y delineador puesto magistralmente entre bache y bache.
Alguna vez volviendo al cuarto que rentaba y en el que toda la noche se escuchaban los coches acelerar y a las putas reírse, volteé al cielo y solo vi una estrella, apenas visible entre el brillo de los focos y postes de luz. Ese era yo, un pequeño brillo en esa inmensidad olvidada y ciega.
lunes, 31 de marzo de 2014
miércoles fatal
El camión caluroso y el niño de primaria con su piel pegajosa contra la mía, chupando un bolis de uva mientras su madre comía una torta de chorizo en el asiento de adelante. Las filas de asientos a la izquierda del camión estaban todas vacías porque a las 2:30 pm el sol de Oaxaca es insoportable para ir de ese lado donde el sol cae de lleno, y entonces hay que dejarlos vacíos y sentarse en la fila de asientos en que no da el sol y la madre tiene que separarse de su bebé mientras come tortas de chorizo y él chupa su bolis de uva con una vehemencia asquerosa dejando esos asientos vacíos y calientes, calientes como la piel del niño que me recordó a otro niño del miércoles pasado con un olor a queso agrio y dejado fuera del refri una noche. A medio terminar el bolis, le dice a su madre que él también quiere su torta de chorizo a lo que ella responde con sus labios llenos grasa y dientes manchados de rojo "acábate tu bolis y te doy la tuya mi nene".
Y el camión no avanza porque el chofer se queda esperando a que quizá alguien más se suba y mira a las personas en la parada con el sol que les da en la cara y ellos no lo miran a él en un diálogo de hastío promovido por el calor, y entonces él hace sonar con la palanca de cambios el tf tf tf tf como una última invitación, pero nadie quiere y las puertas se cierran con un chirrido que aumenta esa lasitud provocada por el calor.
¿Dónde habrás quedado? Wo bits du kleine? Porquoi est-ce que tu ne m'arretes pas?
Y el camión avanza y las ventanas rayadas hacen taka taka taka y yo miro esperanzado a través de ellas, esperando verla, pero el camión avanza 4 cuadras y ella no está, y claro ¿cómo podría estarlo de ese lado de la calle donde el sol pega como degenerado a las 2:40 pm con los autobuses pasando a medio metro aventando el humo de sus entrañas?
domingo, 30 de marzo de 2014
jueves, 20 de marzo de 2014
Ludos
miércoles, 26 de febrero de 2014
domingo, 23 de febrero de 2014
martes, 4 de febrero de 2014
Qué día es hoy?
martes, 28 de enero de 2014
Sabuesos
Él la observó, preguntándose qué sabría ella.
-¿Dolor? ¿esto que tengo es dolor?- preguntó intentando controlar la voz que se quebraba, recordando inspirar- ¿crees que esto es dolor?
-¿Y qué es si no?- simplemente preguntó ella.
La pregunta correcta a la que no se tenía respuesta. Si no era dolor entonces estaba perdido. La verdad es un ser extraño, amoral e incoloro. Su ahora ya no llamado dolor radicaba en un perdido sentido de introspección, en el ahora darse cuenta que la bilateridad era en realidad de un solo camino para él. ¿Injusto? ¿cínico? ¿infantil? quizá esos serían los adjetivos adecuados.
Levantarse del suelo, dejar de sentir lástima por sí mismo, dejar de creer merecer algo. El dolor era imposible en esta situación, a solo que se hablara de un dolor por un orgullo herido con un arma que nunca apareció.
Los cristales tienen la propiedad de nucleación, de crecimiento. La mente cristaliza, y no solo atribuyendo dones y atributos, también otorgando culpas y resentimientos.
-Dime lo que es, dime lo que eres- insistió ella.
Alzó la mirada para verla y pasando la mano por su cabello dijo:
-Un Arjuna que hubiera perdido todo.
mecánica
Inspirar, clavarse el orgullo en la planta de los pies, decirse, mentirse, decirse que no es una mentira, creer que es una mentira.
Exalar, fijar la mirada, dejar salir todo. Enderezarse, inspirar de nuevo y pensar que las cosas siguen y que los cambios son necesarios, incluso cuando no se quieren cambios.
miércoles, 22 de enero de 2014
Klavier
domingo, 19 de enero de 2014
viernes, 3 de enero de 2014
shine
And even if it were possible… ¿qué lograrías después? Sería lo mismo que la última vez, una emoción que en uno o dos días expirará para expirar todas las expectations.